Así es como la cubana Marta (nombre ficticio) describe para BBC Mundo el acceso a internet en su país, especialmente tras las protestas masivas de julio, las mayores en más de medio siglo.
Las redes sociales jugaron un papel clave a la hora de organizar y expandir las manifestaciones. Poco después, internet «se cerró» de golpe.
Recientemente el gobierno cubano publicó un extenso documento en el que tilda de «ciberterrorismo» la convocatoria de protestas a través de las redes y de «difamación» la publicación de mensajes que considere ofensivos.
Y la promesa del presidente estadounidense Joe Biden de estudiar vías para «restaurar» la conexión en la isla incendió todavía más el debate.